A propósito del caso de José comentado en la anterior entrada y de tantísimos otros que he vivido en los años que trabajo como enfermero con las personas sin hogar, me hace reflexionar sobre el paralelismo que recorren muchas veces las intervenciones en el ámbito de lo social y de la salud.
Reconozco como enfermero clínico, desconocía la labor de un trabajador social, y que decir de otras figuras del ámbito: Educador social, TASOC, cuidadores, integradores,... por lo tanto era de esperar que no intentara coordinarme con profesionales que casi desconocía y que, además quedan relegados en un despacho en Hospitales y Centros de Salud. Trabajar en un ambiente social donde no existen profesionales sanitarios te dá a conocer la dualidad y el trabajo paralelo que se lleva cabo sobre una misma persona. Pongamos un ejemplo.
Tras gestionar un caso de la calle que precisó meses de trabajo (policial, fiscalía, medicina forense,...) para poder hacer un ingreso en psiquiatría de una persona esquizofrénica sin estabilizar precisó de tres horas para salir por la puerta de urgencias del Hospital con el diagnóstico de problema social. Dá igual que al día siguiente la persona la encontraramos gritando por la calle, viera zombies a su alrededor, u oiga voces que le pidan que agreda a alguien: la explicación facultativa es que la persona es un indigente... o , en otros casos tiene una depresión.
Reconozco como enfermero clínico, desconocía la labor de un trabajador social, y que decir de otras figuras del ámbito: Educador social, TASOC, cuidadores, integradores,... por lo tanto era de esperar que no intentara coordinarme con profesionales que casi desconocía y que, además quedan relegados en un despacho en Hospitales y Centros de Salud. Trabajar en un ambiente social donde no existen profesionales sanitarios te dá a conocer la dualidad y el trabajo paralelo que se lleva cabo sobre una misma persona. Pongamos un ejemplo.
Tras gestionar un caso de la calle que precisó meses de trabajo (policial, fiscalía, medicina forense,...) para poder hacer un ingreso en psiquiatría de una persona esquizofrénica sin estabilizar precisó de tres horas para salir por la puerta de urgencias del Hospital con el diagnóstico de problema social. Dá igual que al día siguiente la persona la encontraramos gritando por la calle, viera zombies a su alrededor, u oiga voces que le pidan que agreda a alguien: la explicación facultativa es que la persona es un indigente... o , en otros casos tiene una depresión.
La verdad señoras y señores que realmente el problema social que tenemos es: en un mundo que nos forma sobre el holismo y la intervención integral en la persona, se separa al individuo en parcelas y quien en verdad sale perjudicada es la persona
No hay comentarios:
Publicar un comentario